ENVIDIANo os ha pasado nunca que alguien te pregunta ¿Qué has hecho este fin de semana? Y cuando se lo cuentas te suelta

“ QUE ENVIDIA!”… 

yo nunca sé si debo tomármelo bien o mal…

También recuerdo hace años que una compañera de trabajo me dijo cosas bastante desagradables en medio de una reunión, al día siguiente otra compañera me decía “creo que todo se reduce a un tema de envidia mal colocada”; acto seguido pensé: “pues que no me envidie tanto o que la coloque mejor!”

Por el contrario seguro que alguna vez habéis sentido envidia  al ver que alguien ha conseguido algo que vosotros queríais. Se trata de una emoción negativa, que muchas veces nos hace ver injusticia y casi nos obliga a revivir una y otra vez la misma situación sin permitirnos avanzar.

Una vez le oí  a Marina Rossell  decir que ella había conseguido transformar sus envidias en admiración, lo encontré genial y decidí adoptar la misma actitud. Ya os digo de antemano que fácil no es, pero me resulta mucho más cómodo admirar a la persona que ha conseguido algo que yo quería, analizar qué le ha llevado a conseguirlo y seguir el modelo si me parece válido.

Las personas que siente envidia viven amargados, sienten rabia, viven constantemente focalizados en lo que los demás consiguen, creen que los logros de los demás son trabas para poder conseguir sus propios logros con lo que se pasan la vida deseando que al otro le vaya mal… un sin vivir!!!!

Recordad una vez más el video de la atención selectiva, cuando estamos tan pendientes del otro somos incapaces de detectar las oportunidades que nos pasan por delante de nuestras narices.

Si me paso la vida deseando lo que tiene el otro hay una cosa que consigo seguro NO SER FELIZ.

Pero detectar que sentimos envidia implica ser muy sinceros con nosotros mismos, es una emoción que se reconoce poco. Yo puedo admitir que tengo miedo, que estoy rabioso o angustiado… pero admitir que siento envidia…esto ya es más complicado!

Detrás de la envidia se esconde muchas veces una falta de confianza en uno mismo y no saber detectar los puntos fuertes. Si yo sé que puedo hacerlo, que tengo una serie de cualidades que me hacen válido y único… ¿para qué quiero compararme, hablar mal del otro, juzgarlo y desacreditarlo?

Así que ,

  • invertir en reconocer nuestros logros y nuestras valías,
  • dejar de compararnos con los demás,
  • centrar la atención en cómo llegar a nuestros objetivos,
  • trazar una estrategia clara y no distraernos,
  • reconocer los logros de los demás y,
  • saber aprovechar los consejos de los que saben hacerlo y aprovechar sus modelos,

pueden ser pautas importantes para desbancar a la envidia.

Por último tened en cuenta todo esto no evitará que nos sintamos mal,cuando alguien nos envidia y se obceca en nosotros , pero si que podremos ver quien se esconde detrás de esta actitud.

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