Yo, perfectamente , matando cuadritos!!!
Esta era la respuesta de una paciente con la que había trabajado la gestión del tiempo. Cuando la conocí estaba frustrada, angustiada y paralizada. Ella se planteaba diferentes cosas para hacer pero… sin saber muy bien porqué nunca finalizaba la mayoría de ellas. Esto le producía angustia en un primer momento y después frustración al observar que no avanzaba en su lista de tareas pendientes. Cuando revisábamos la razón por la que no las había hecho…no sabía , generalmente me decía: me paralicé!!!!
Para trabajar este aspecto, generalmente hago referencia a Ferran Salmurri . Una lista de tareas pendientes se puede representar de dos maneras diferentes:
Imaginemos cada una de las tareas como un cuadrito de una hoja de libreta, o como una caja de regalo… pero de un regalo importante , de aquellos que abultan!!!
En el primer caso, tendremos delante de nosotros una montaña enorme de cajas, mucho más alta que nosotros…es fácil que solo mirándola ya nos cansamos, no sabemos por dónde empezar y probablemente nos paralicemos y acabemos por no hacer nada.
En el segundo caso nosotros solo vemos la primera caja, las demás están detrás, pero no se ven. La primera caja nos parece algo accesible, algo que está a nuestro alcance. Lo más probable es que realicemos esta tarea y solo cuando la hayamos terminado descubriremos detrás nuestro siguiente objetivo. Y así, uno detrás de otro, vamos matando cuadritos hasta tener el total de las tareas terminadas.
A efectos prácticos el primer caso equivaldría a tener una lista de tareas pendientes escrita en la agenda o colgada en la nevera. El segundo caso equivale a tener un planningconcreto para realizar nuestras tareas, cada una de ellas debe tener un día y hora para poder hacerla, yo acostumbro a decir que la pongáis en vuestra agenda.
Nos os ha pasado nunca que tenéis en la nevera el resguardo de la tintorería para recoger un pantalón, pasan los días, cada día cuando estás haciendo la cena lo ves, pero al día siguiente no te acuerdas de recogerlo!!!! Si de lo contrario, al ver el resguardo pensamos en la organización de nuestro día y decidimos que por la tarde, al volver a casa, nos bajaremos una parada antes del autobús y recogeremos nuestro pantalón, os aseguro que las probabilidades de finalizar nuestra tarea son infinitamente más altas.
Así que ya tenemos por donde avanzar en nuestra gestión del tiempo:
Hagamos nuestra lista de tareas pendientes.
Analicemos las que son urgentes, las que son importantes… y a partir de aquí prioricemos.
Cojamos nuestras tareas una por una y coloquémoslas en nuestra agenda.
Con este nuevo eslabón ganaremos en eficacia, nos convertiremos en personas que finalizan sus tareas.
Ánimo!!!! Os aseguro que los primeros sorprendidos con el aumento de efectividad seréis vosotros!!!!
Lo prometido es deuda!!!! En el primer post dedicado a la gestión del tiempo “ No tengo tiempo” ya os adelante que este era un tema al que necesitábamos dedicar varios post para poder abarcar todos los aspectos.
Si habéis ido aplicando la clasificación que os enseñé, a día de hoy, podréis diferenciar entre las tareas que son importantes y las que son urgentes. Recordad que el cruce de estas dos categorías nos orientaba para saber qué tareas debemos delegar, cuáles debemos atender personalmente, cuáles debemos supervisar y cuáles no merecen ni nuestra atención.